Dejar que cada palabra encuentre su lugar y momento. En ese terreno se mueve la literatura. El mundo está formado por las palabras que nombran lo que vemos e imaginamos, describen su naturaleza a través del lenguaje. Necesitamos ser lo que no somos, explorar las variadas maneras de ver el mundo, tener otra edad y otras prioridades, haber nacido en otro siglo, no tener miedo a cometer errores, vaciar el vaso del pasado, enamorarnos de personas que no existen. Necesitamos de la ficción para seguir adelante. Y eso está en los libros. Leed cualquier cosa: revistas, novelas, ensayos, poemas, cómics, cuentos, fábulas, relatos, periódicos, catálogos, biografías, reportajes o tratados. No perdamos la capacidad de sorprendernos por el viaje infinito y placentero que nos proporciona la imaginación a través de un puñado de páginas cubiertas de letras. Allí quizás encontremos el único lugar donde podamos llegar a ser libres.